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domingo, 21 de septiembre de 2008

¿Quién fue Frumencio Olguín Nápoles?

Esta semana me llegó un mensaje de Ana Magdalena Olguín Nápoles, nieta de don Frume, quien falleció el domingo pasado en Zimapán, Hidalgo, me permito compartirlo con ustedes, estimados amigos de huapanguero.com

¿Quién fue Frumencio Olguín Nápoles?


Fue hijo, hermano, amigo, esposo, compañero, papá, suegro, músico, pero para mí, fue mi abuelito Frume.

Fue en muchos sentidos como cualquier abuelo debe ser: aquel que iba al centro de Zimapán a comprar mi regalo de navidad si no aparecía debajo del árbol un paquete para mí, me ofrecía "un taco" cuando llegaba a su casa, salía en las mañanas a comprar un pan de dulce si se me antojaba de desayuno, se ponía a ver tele conmigo y se enojaba y discutía con los personajes, echaba "carreritas" con sus nietos en las escaleras del Calvario, me regañaba por no ir a misa, defendía a su nietos de los regaños de sus hijos, recibía regaños de mi abuelita por decir groserías frente a sus nietas… también fue aquel que pacientemente aguantaba mis reclamos si desconocía mi voz al teléfono…

Pero también fue en muchos otros sentidos, como ningún otro abuelo: aquel que faltaba en muchas cenas familiares porque estaba tocando, llegaba en las mañanas, me daba un abrazo, contaba una anécdota y se iba a dormir porque venía desvelado. En esas ocasiones, su sueño era cuidado devotamente por mi abuelita Salus, ¡y ay de aquel que se atreviera a despertarlo!

Veíamos celosos como ensayaba con don Abraham y don Chucho mientras nosotros jugábamos en el patio, cómo limpiaba maravillado su violín, tenía visitas de extraños que venían a verlo desde lejos, anotaba en la libreta junto al teléfono sus próximas tocadas, le pedía a mi abuelita su ropa limpia, le brillaban los ojos, silbaba, reía, y entonces,… sabíamos que pronto volvería a irse.

A veces nos invitaba a los bailes y mientras el Trío Armonía Huasteca tocaba, sus hijos recorrían la pista bailando huapangos, algunas nietas comenzaron a unirse al baile, ¡otras y otros sólo nos quedábamos en el intento! Pero las notas de su violín nos llegaban hasta el corazón.

Mi abuelito Frume fue aquel abuelo que una y otra vez lo escuche decir: "¡No me puedo morir porque tengo mucho trabajo!". De él aprendí que el trabajo da vida, pero no cualquier trabajo, sólo da vida un trabajo en donde el alma encuentra su armonía, para mi abuelito fue una Armonía Huasteca.

Es importante reclamar las herencias porque si no se pierden, así que ahora reclamo mi herencia, reclamo la herencia que me deja mi abuelito Frume, reclamo lo que vino a esta vida a enseñarme:

Me enseñó que aún en la pobreza más extrema, se puede luchar por hacer lo que mi corazón me pida
Me enseñó que sólo el trabajo adecuado para mi alma me puede hacer feliz
Me enseñó que es importante vivir y morir con Armonía
Me enseñó que el amor de la vida es bello aún en los momentos de enfermedad y decadencia

Las notas de su violín son únicas, si escuchas con atención distingues un mensaje de su corazón en cada nota. En estos días tan difíciles y dolorosos desde su partida, descubro que mi abuelito Frume dejó un mensaje grabado para cada uno de nosotros, una nota aún para el dolor más agudo, ¿ya descubriste tu nota?, ¿qué herencia quieres reclamar?

Te invito a que rindamos un homenaje día a día a mi abuelito Frume, ¡descubre tu nota y reclama tu herencia!

Ana Magdalena Olguín Ángeles
(Septiembre, 2008)

domingo, 14 de septiembre de 2008

Descanse en Paz Frumencio Olguín Nápoles "Don Mencho"

Frumencio Olguín Nápoles "Don Mencho"
foto: Prof. Reynaldo Mota Molina



Nuestro amigo Casimiro Granillo acaba de recibir hace un par de horas la terrible noticia de que don Frumencio Olguín Nápoles, mejor conocido como "Don Mencho" falleció el día de hoy a la edad de 85 años.

Nacido en Chapulhuacán, Hidalgo el 23 de agosto de 1923, sus primeros maestros huapangueros fueron su padre y su abuelo, de ahí en adelante fueron más de 60 años de tocar, hacer arreglos y componer música huasteca, es autor del conocido tema "Mi Morenita".

Don Mencho ha sido uno de los mejores violinistas del huapango, formó en 1952 el Trío Armonía Huasteca, trío que llevó su amplio repertorio de sonas hasta diversos rincones del país y más allá de las fronteras, en el trío lo acompañaban Abraham Martínez, en la jarana y Jesús Rubio Alcántara en la quinta huapanguera con quienes grabó más de medio centenar de discos.

En sus últimos años ya se había retirado de tocar con el trío y no faltaron homenajes a su labor, sobretodo los que los amigos huapangueros le dieron en Amatlán en 1995 al otrogarle la presea "Sol Poniente". Muchos lo recuerdan con gusto por su participación varias emisiones del Concurso de Baile de Huapango en Pinal de Amoles, Querétaro.

Vaya pues un reconocimiento a su obra y que a donde esté siga tocando huapango con otros huapangueros que por allá han de andar.

Con información de:

Artículo y foto por el Prof. Reynaldo Mota Molina:
http://mx.geocities.com/culturaserrana2004/45galeriah.htm

Huapango de Amatlán:

http://www.naranjosamatlan.gob.mx/huapangoamatlan.htm